en la pagina el confidencial hablaron sobre la inseguridad que hay en cataluña,¿un articulo realista o sensacionalista?
la opinion es vuestra
Según datos del Gobierno autonómico, en el año 2005 se cometieron 154.776 delitos y faltas penales en Cataluña. En los once primeros meses de 2006, el número de delitos y faltas se elevó a 156.000, es decir, un incremento del 1,25%. Pero, según Saura, los actos estrictamente delictivos disminuyeron de 84.000 a 83.000. Y más: los robos con fuerza en los domicilios disminuyeron el 12%; los delitos contra la libertad sexual disminuyeron en otro 12%; y los hurtos aumentaron otro 12%.
¿Qué ocurre, entonces, para que la alarma social aumente? Sencillamente, que aunque los robos con fuerza en las casas disminuyan, ahora son más violentos. Ha cambiado el comportamiento de los delincuentes. En las últimas semanas, Cataluña ha tenido varios casos muy graves: solamente en la segunda semana de diciembre, se produjeron dos casos que conmocionaron a la opinión pública: primero, el secuestro del pequeño Marc, de 4 años, en la localidad de Begur. Los asaltantes tomaron por las bravas el domicilio del empresario Lluís Marqués y, al no conseguir ningún botín huyeron llevándose al pequeño, a quien abandonaron horas después. En la misma fecha, el intento de asalto a la casa de los joyeros Tous terminó con uno de los asaltantes muerto y otro herido grave por disparos y el yerno de los empresarios, Lluís Corominas, detenido por intento de homicidio.
El pasado día 15 de diciembre fue el empresario inmobiliario Joan Batallé quien aparecía apaleado en su casa de Lloret por unos asaltantes, que le dejaron en estado muy grave. Sólo unos días después, un menor de 17 años era secuestrado en Figueres, aunque poco después fue liberado por la policía en Marsella. Cuando todavía no se habían apagado los ecos de estos sucesos, el dueño de una masía en Riudoms (Tarragona) era asaltado por otra banda que le robó 6.000 euros, joyas, móviles y un ordenador después de maniatarle y pegarle.
La guinda de los sucesos la puso la muerte del empresario Joan Alsina, cuyo cadáver apareció con heridas de arma blanca en su domicilio de Sant Cugat, cerca de Barcelona, el día 1 de enero. El fallecido, según los forenses, había muerto el 30 de diciembre, pero el cuerpo no se encontró hasta el nuevo año, cuando su hija mayor volvió de esquiar.
En el mismo mes de diciembre, ocurrieron otros sucesos que no tuvieron tanta repercusión pública: tres miembros de una banda de ladrones del Este asesinaron a tiros a un compatriota en La Pineda (Tarragona), un joven argelino asesinó a un empresario en Viladecans (Barcelona), al que había conocido en un bar de ambiente, y el marroquí Abdessalam El Rhali fue asesinado a tiros en Amposta (Tarragona) el 9 de diciembre.
La mayoría de estos delitos han sido cometidos, presuntamente, por delincuentes de países del Este, que han exportado a España la violencia que emplean en sus lugares de origen. Pero la alarma social no sólo emana de sucesos luctuosos, sino que se genera también con el quehacer del día a día. Las más acerbas críticas dedicadas a Saura durante la última semana provinieron de alcaldes de la comarca del Vallés por haber permitido una macrofiesta ilegal durante tres días en fin de año. En este evento -que congregó a 2.000 personas al aire libre-, además de las molestias generadas a los vecinos, murió atropellado un joven.
El gancho de Internet
“La inseguridad ciudadana se palpa en el ambiente por dos motivos -señala Francesc Homs, diputado de CiU y “consejero en la sombra†de Interior de los convergentes-. Primero, por los hechos objetivos que suceden; y segundo, por las informaciones de los medios de comunicaciónâ€. Homs traza una radiografía de la seguridad alarmante: “Cada día se producen más broncas, incluso en Barcelona ciudad. Y a ello hay que añadir las ofertas realizadas por Internet que utilizan como gancho el que aquí hay una cierta impunidad policialâ€. Daniel Sirera, portavoz del PP, insiste en que Saura “está ausenteâ€, acusación que ya lanzó en una interpelación parlamentaria: “Ha convertido Cataluña en una especie de parque temático de la inseguridad ciudadana, una especie de paraíso de okupas, grupos antisistema y bandas organizadasâ€.
Por otra parte, el despliegue de la Policía Autonómica -que ya controla el 70% del territorio- es otro caballo de batalla. Para Sirera, el despliegue de los Mossos d’Esquadra debería ralentizarse y ha preparado iniciativas parlamentarias en forma de moción para que se debata el tema en el Parlamento. “Hay que consolidar el despliegue en vez de acelerarloâ€, concluye. Para Homs, el despliegue de los Mossos no ha ido sincronizado con el repliegue de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. “Proporcionalmente, los Mossos tienen más agentes que antes tenía la Guardia Civil, pero no se visualizan tanto. Ha habido una cierta ligereza al comprometerse en el despliegue y se constata una fiebre por abrir comisarías, incluso cuando aún no se han rematado las instalacionesâ€.
Desde Interior se quita hierro al asunto y afirman que Saura dedica la mayor parte de su tiempo a los temas de seguridad porque preocupan a los ciudadanos. Las mismas fuentes señalan que la coordinación entre todas las fuerzas de seguridad es óptima y que las reuniones de las juntas de seguridad locales para intercambiar datos son muy habituales. Por otra parte, en estos momentos la Policía Autonómica tiene 12.000 efectivos, que ascenderán a 15.300 en 2008 y a los que luego se incorporarán otros 3.000 agentes, hasta completar una plantilla de 18.000 para 2015.
Descontento de los mandos
Como recuerdan desde Interior, uno de los problemas con el que se enfrenta el Gobierno es que, cuando CiU y el PP pactaron el despliegue en el año 2003, lo hicieron en base a la población efectiva que había en Cataluña en 1998. Con el aumento desmesurado de la población en los últimos años, las plantillas se habrían quedado muy cortas, hecho por el que el pasado 14 de septiembre Gobierno Central y Generalitat pactaron el aumento extra de 3.000 efectivos más.
Pero también se ha de prestar atención a otra cuestión: los mandos de los Mossos no están contentos con el nuevo consejero. “Hay una cierta desorientación de los mandosâ€, reconoce una fuente cercana a la Policía Autonómica. La misma fuente añade que estos mandos prefieren una Policía menos politizada y recuerdan la petición del máximo responsable de los Mossos, Joan Unió, de solicitar la jubilación anticipada aprovechando el cambio de consejero. En este sentido, Homs acusa a Saura de “dar la consigna a la policía de que no sea dura. Y si va a una manifestación, ¿qué va a hacer el policía? A Saura no le corresponde investigar los delitos, sino dirigir políticamente Interior. Desde su responsabilidad institucional, ha de dar confianza a la gente y ha de dar confianza a la Policía. Pero en la actualidad no se da ninguna de estas dos circunstanciasâ€.
Dos meteduras de pata
Pero han sido dos las “perlas†que han hecho de Saura el objetivo de la oposición. Primero, cuando anunció que pensaba consolidar “una seguridad de izquierdas y progresistaâ€. Los profesionales de la seguridad no han dudado en echársele al cuello. “Esto es una barbaridad, ya que la Policía ha de ser un cuerpo integral y al servicio de todos los ciudadanosâ€, señala una fuente de los Mossos. Y Francesc Homs, que en el pasado había sido alto cargo de Interior, subraya: “La Policía es un sistema binario. No es de izquierdas. Declaraciones como ésta crean desafección dentro del Cuerpoâ€.
Por otro lado, el director general de la Policía, Rafael Olmos, señaló en un programa de radio hace tan sólo unas semanas que “la seguridad es un tema de todos y cada uno ha de resolver su situación personalâ€. Estas declaraciones, recuerdan aquéllas del ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cuando afirmó, tras la alarma social desatada con los asaltos a viviendas en las urbanizaciones de los alrededores de Madrid: “El que quiera seguridad, que se la pagueâ€.
|