Venga, va, voy a hacer un repaso halloweenesco yo también. El plan original era hacer un maratón de Destino Final, pero a mitad de la segunda película cansamos y dedicamos los esfuerzos a otras cosas, al menos diferentes entre sí. Anyway...
Destino final. Da exactamente lo mismo que cualquiera de sus compañeras de generación, en ese resurgimiento del slasher de mediados de los noventa. Creo que es la única de toda la saga que se toma medianamente en serio, y por eso hay mucha cara larga y poca muerte grotesca (vimos la quinta hace poco, y por Odín que era para levantarse y aplaudir). Iba a decir que esto debió de ser la última del Casper humano antes de desaparecer del mapa, pero ahora me entero de que tiene peli este año, qué cosas. Un 6 de los muy generosos.
La maldición de las brujas. Soy una fan rendida de Dahl y, por supuesto, de Las brujas, así que me pareció la opción ideal. La película está lejos de ser perfecta, obviamente, pero es tan grotesca como sólo podían serlo las películas infantiles de esa época. Y Anjelica Houston aparece como la diosa que es. Como puntos malos casi podríamos decir todo lo demás. El niño es odioso, la abuela es melindrosa como ella sola (mientras que en el libro era de armas tomar), sobran añadidos sin sentido y la gestión del tiempo se va a tomar por el saco. Para durar noventa minutos parece que dura diez. Me gustaría ver lo que se podría hacer hoy en día con ese material. Otro 6 de los magnánimos.
Hotel Transilvania. Vale, ésta me encantó pese a lo formulario de su guión y pese a saber que iba a encontrarme con un vehículo de lucimiento para Adam Sandler y su pandilla basura. Que conste que la vi en versión original, no por nada llevaba evitándola desde que se estrenó, en parte debido a su apestoso doblaje. Es humor físico en toda regla, no recuerdo muchos casos en los que me hiciera reír simplemente la cara de tal personaje o los gestos de tal otro. Y el resto, señorías, me importa un comino. Un 7.
El diablo viste de Prada. Ésta fue mientras llegaba nuestra cena, y en realidad pillé su último tercio, que era justo lo que me quedaba por ver desde que la dejé abandonada otro día. Meh, tiene cosillas. Los personajes de Emily Blunt y Stanley Tucci son clichés andantes, esperpénticos y estereotipados como ellos solos, pero el buen hacer de los actores los ilumina bastante. Obviamente, LA mujer está bien como siempre. Y me refiero a Streep, Rose, no a Hathaway. Anne simplemente está muy guapa. Un 5. Y, de regalo, una conmoción cerebral al ver aparecer a Vince Chase sin Romero.
La familia Addams. Nos sirvió de alivio para la resaca de tanta calabaza. Bueno, se deja ver sin más, y diría que es exclusivamente por el matrimonio Gómez-Morticia. Tienen las mejores líneas con diferencia. Sin más. Otro 6.
Pero no sólo de Halloween vive el hombre, así que...
El vuelo. Estupenda. Zemeckis rueda como dios cuando quiere, en la escena del avión se te sale el corazón por la boca. La película es muy interesante, pese a las casi dos horas y media que dura, pero me desconcierta la ambigüedad que mantiene durante todo el metraje para, de repente, cargárselo todo en diez minutos posicionándose claramente en una postura concreta. Personalmente, hubiera preferido que se llevase a Whip hasta las últimas consecuencias, en vez de mostrar esa redención final que no contenta a nadie, pero en fin. Supongo que Denzel Washington intentaba meterse a tope en la piel de un adicto con tanto tic, pero se me hizo insufrible. Un 7.
La cumbre escarlata. Pero cómo me gusta el título, madre mía. Que le den a la crítica, la nueva criatura de Guillermo del Toro me ha chiflado. Vale, el guión es predecible, pero hay que tener en cuenta de qué estamos hablando. Un homenaje al siglo XIX a lo bestia, como un cuento de Henry James retorcido y llevado hasta sus últimas consecuencias. Demasiado maleducado está el espectador de a pie con tantas películas de mierda que se basan en meter giros locos cada dos segundos. Pero a lo que vamos, el caso es que, como siempre, el aspecto visual impacta, sobre todo la casa, que es un personaje más. El elenco se presta al juego que propone el director, con esas actuaciones tan afectadas y teatrales. Vale, es verdad que Chastain está soberbia, fácil teniendo en cuenta que su personaje es el que más brilla, pero Wasikowska y Hiddleston son un acierto de casting total. Ella me tiene encandilada desde que la conozco, y Hiddleston... Si consiguiera alejarse del círculo de Los Vengadores, aunque todos lamentaríamos la pérdida, podría ser una reencarnación de Christopher Lee. Y ya sabéis mi amor por Christopher Lee. Hiddleston parece salido de cualquier cuento de la Hammer. Tiene esa apostura británica y el físico raruno e inquietante que se necesita para historias de este tipo. El caso es que el contraste entre los Sharpe, eternamente vestidos de negro y con aura de oscuridad, y Cushing, angelical y luminosa, hace crecer la película. Hay cosas más flojas, claro, por ejemplo, los fantasmas. Cuando todo el resto es tan artesanal, el pegote de CGI canta que da gusto. Y se desaprovechan las minas y la arcilla roja, que únicamente sirve como marco estético (la nieve roja y demás). Pero qué demonios, eso no me importa, no lo eché de menos para nada. Si me pusiera objetiva, probablemente le pondría un 8, pero un 9 se aproxima más al entusiasmo que tengo aún hoy. Que no se diga. Oh, y un apunte: viendo a Wasikowska con el pelo suelto y en camisón, deseé que Alicia hubiera sido algo más parecido a La cumbre escarlata. ¿Os lo imagináis?
Y ahora que ya la he visto voy a leer la tochocrítica de Rose. He dicho.
_________________ A veces la ciencia es más arte que ciencia, Morty. Mucha gente no lo entiende.
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