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Joaquín escribió:
Michael Fassbender me parece una opción muy buena
Sin duda, pero acabando su etapa en los X-Men y empezando una nueva en Assassin's Creed (película en la que es productor y ha apostado fuerte para que se convierta en saga), no sé yo las ganas que tendrá de atarse a otra saga de películas.
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El otro día se me ocurrió (bueno, se me ocurrió, seguro que alguien lo pensó antes que yo en algún sitio del mundo) que, de querer optar por una cara más joven para hacerle el relevo a Craig, Chris Pine sería una opción estupenda. Es más, creo que podría devolver algo de ese carácter womanizer chulesco de Connery sin dejar de lado cierta autoironía que neutralizaría los aspectos más problemáticos de semejante retrato a ojos del público del siglo XXI.
Ayer vi varias películas (día de trabajar desde casa), pero me voy a centrar en la sorpresita, que ha sido Espías. Sí, la de Paul Feig con (¡horreur!) Melissa McCarthy. Por lo que se ve, el mal de los metrajes disparatados se extiende a cualquiera que haya estado en contacto físico (o simplemente en la misma habitación) con Judd Apatow, pero mira tú por dónde, aunque podría quitársele media hora y quedaría mucho mejor, no afecta de una manera tan terrible a la película como sí ocurre con Trainwreck (que vi hace un par de días y hace honor a su nombre, ja, ja). El pro más inesperado es lo divertida y llevadera que resulta para ser una comedia en la que la protagonista absoluta es Melissa McCarthy, sin el apoyo constante de ningún compañero de aventuras (aunque los carteles mientan como bellacos), aunque desde luego no le faltan. McCarthy podría haber estado insoportable, pero el personaje que le teje Feig es simpatético y más inclinado al lado humano de lo que estamos acostumbrados con esta mujer, de modo que las payasadas están más moderadas y los histrionismos directamente no existen. Jude Law sale muy poco, pero se gana su sueldo. Rose Byrne resulta una inesperada fuente de comedia; no se suele aprovechar a personajes como el suyo con estos fines, y de hecho su primera aparición no apunta al secundario cada vez más divertido que resulta ser. La actriz lo peta bastante escupiendo insultos y comentarios pasivo-agresivos, sin necesidad de sobreactuar ningún segundo. En un rol más secundario aún, pero muy agradecido, tenemos a Miranda Hart, una auténtica sorpresa verla en una superproducción estadounidense. Básicamente repite el personaje de su serie en un contexto nuevo, pero está maravillosamente aprovechada y cuenta con un par de momentazos.
Ahora bien, el rey de la función es Jason Statham. La idea es simple: coger al Statham de toda la vida y ponerle a hacer el gilipollas con la misma intensidad y la misma cara con la que hace de transportista. Es la cosa más divertida del mundo, da lástima que se haga tan de rogar y sólo aparezca de rato en rato. (Oh, el resultado es perturbadoramente brucewillisiano, por si quedaba alguna duda de cuál es el nicho de Statham en el ecosistema de Hollywood, ya sea en acción o en comedia).
En resumen: esta película la hacen los actores (y los de doblaje: Margarita Ponce, José Posada, Bernal, Super Barbará, todos dioses). Podría ser mucho, mucho más divertida con un guion menos rutinario, con más sorpresas y menos tics previsibles del género de superespías, pero sigue siendo más de lo que esperaba.
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C.C Baxter escribió:
Richard Armitage
Opción interesante.
Y después de este Bond maduro, oscuro e introspectivo no descartaría para nada que quisieran rejuvenecerlo y plantearse un Bond treintañero. Cumberbatch, como señalaba antes el amigo Joaquín, no termino de verlo, aparte de que estará atado los próximos años a Marvel y a las apariciones de cada 3 años como Sherlock.
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Hoy he visto, por pura casualidad, dos películas racialmente relevantes para dos generaciones y ambas me han impresionado bastante. La primera es Adivina Quién Viene a Cenar, que si la había visto ya alguna vez apenas la recordaba. Me he quedado asombrado de cómo una película de 1967, que podría haberse anotado como un triunfo la simple mención de la existencia de un conflicto racial, va mucho más allá y plantea en toda su dimensión la complejidad de la situación, mostrando el vaivén ético del que abraza un ideal hasta que le afecta personalmente y lanzando por encima de todo una idea crucial: que la raíz de los problemas raciales no está tanto en la falta de entendimiento entre blancos y negros como en la que existe entre mayores y jóvenes. Por momentos peca de ingenua y utópica, pero son manchitas mínimas en una película que, como ya he dicho, va mucho más allá del cumplimiento del deber para un producto de 1967. Pobre Spencer Tracy, en un momento de la película hace mención a "si llego a vivir hasta cien años" seguramente sin saber que ni siquiera iba a vivir para ver el estreno de la película.
La otra es Haz lo que debas, de Spike Lee. Viendo una película tan sagaz tanto en lo ideológico como en lo cinematográfico uno no puede evitar sentir lástima por lo que ha terminado siendo Lee. El Lee de Haz lo que debas está, desde el ambiguo título de su película, más preocupado por plantear preguntas de difícil respuesta que en salirse con la suya en un plano ideológico. Que en esta ensalada de minorías enfrentadas Lee adopte el punto de vista de los negros no le impide mostrar todas las caras del cubo y obviar los dedos acusadores. Prefiere que la verdad surja de lo rabioso del sentimiento y de la visceralidad implícita en su juego de cámara: siempre tratando de colarse en una circunstancia auténtica, buscando los rostros en primer plano, las miradas llenas de odio directas a la cámara, todo lo que compone la idea del testimonio veraz. Mención especial merece a este respecto la adaptación urbana del monólogo de Mitchum de la Noche del Cazador. Este recurso de los testimonios escupidos a la cámara debió funcionarle muy bien al hombre, porque en La Última Noche lo replica sin cortarse un pelo. También acierta reservándose un papel protagonista acorde a su edad y condición; de este modo se refuerza esa sensación de que habla no desde una distancia segura, sino como un representante de todo aquello que trata de mostrar y denunciar. Odio, envidia, resentimiento, circulan de todas las formas menos la unidireccional, y cuando llega el final y ese cubo vuela por los aires, la pregunta es clara y la respuesta imposible de discernir. ¿Qué es lo que se debe hacer? La película cierra con dos puntos contradictorios sobre el tema, una licencia que se me hizo un poco redundante dado que la presencia simbólica tanto de Malcolm X como del Sr. King ya estaban implícitas (...o ilícitas) en la película, pero que aún con todo definen a un director inteligente y de voz auténtica, a años luz del vulgar racista ramplón y cinematográficamente irrelevante en que terminó convirtiéndose Spike Lee.
Por cierto, el doblaje es la crema. Antonio Lara lo petaba muchísimo en el salto de los 80 a los 90, casi todos los pepinos de la época son obra suya. Uno de los Nuestros, Muerte entre las Flores, Batman, las secuelas de Regreso al Futuro, Bird, El Padrino III, y eso son los que recuerdo al vuelo... Ah, y en la ficha no pone nada, pero estoy convencido de que el doblaje de la Última Cruzada es cosa suya. En fin, debía gustar mucho su trabajo, y con mucha razón.
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Hace un par de días volví a ver enterita "La noche del cazador". Y me sigue pareciendo tan maravillosa como siempre. Pega: el doblaje de los críos. María Dolores Gispert y Luisita Soler hacen lo que pueden pero cuando sus personajes abren la boca (sobre todo la niña) te sacan de la película violentamente. Ya me he acostumbrado a que los niños estén doblados por niños (sí, sé que a muchos no os gusta) y cada día soporto peor oírles doblados por mujeres intentando poner voz de crío. Es verdad que las interpretaciones hechas por niños son a menudo manifiestamente mejorables, pero como ya dije en su día en un post dedicado precisamente a Luisita Soler, si se les forma adecuadamente y se les dirige bien, pueden lograrse resultados magníficos (p.e. los doblajes de "Descubriendo Nunca Jamás" o el "Peter Pan" de 2004).
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Bueno, me toca a mí hablar de Spectra. Lo primero que llama la atención es que Bond por fin vuelve a disparar a cámara al comienzo al compás de Monty Norman. Lo segundo es una secuencia introductoria formalmente perfecta. Ésa es la palabra. Un plano secuencia espectacular acompañado del mejor corte (con diferencia) de la banda sonora de la peli que prosigue con la consabida locura de persecuciones y emociones y malos. Tremenda. Y lo tercero es una secuencia de créditos que adelanta lo que va a ser toda la película: un festival de guiños, referencias y llamadas de atención sobre la mitología de la saga, poniendo especial hincapié en la continuidad con toda la era Craig. O casi toda; el ninguneo casi absoluto hacia Quantum Of Solace es hilarante. Más aún viniendo de una película que es sólo ligeramente mejor que Quantum Of Solace.
Las películas que se construyen sobre los cimientos del homenaje tienen un problema: suelen tener tendencia a venirse abajo. Puede que los guiños al pasado te tengan entretenido durante una, dos, tres horas, pero sácalos de la ecuación y te queda una película hueca, o peor aún, incomprensible y carente de sentido. Spectra es de esas películas que confía cada dos por tres en un guiño para justificar lo injustificable, ya sea un detalle salido de ninguna parte en un diálogo o la falta de motivaciones definidas de un villano. Peor aún, el guion de esta película está tan cegado por la nostalgia (¿por qué ahora? ¿no habría tenido más sentido en la película del 50 aniversario, Skyfall?) que no parece plantearse ni por un segundo la conveniencia de ciertas revelaciones de corte fan-pleaser que van a ser importantes para lo que cuenta la película e incluso para la vigencia de películas anteriores. Sigo en spoiler, porque es un parrafote:
Convertir a los villanos de las anteriores tres películas en tentáculos de Spectra suena genial y nos trae de vuelta esa sensación de amenaza abstracta y omnipresente que representaba la organización en los tiempos de la paranoia anticomunista. No sólo eso, sino que trae de vuelta pinceladas de esa villanía de tebeo del Bond de toda la vida que desapareció cuando Craig entró en escena. Pero, ¿qué favor hace a LeChiffre o a Silva, como personajes potencialmente interesantes, esta revelación? Es más, ¿tiene algún sentido? No, claro que no lo tiene. LeChiffre y Silva son unos villanos excelentes, y lo son justo por los motivos que un hipotética pertenencia a Spectra borrarían de un plumazo. Veamos a LeChiffre. Este señor, el banquero al servicio del terrorismo agobiado por sus acreedores, era una perfecta puesta al día del villano Bond, socialmente relevante pero con la máscara de excentricidad física (los estigmas, la pinta rara) necesaria para que la pose hiperrealista post-Bourne no se hiciera molesta. Su desesperación le hacía un oponente apasionante y original, de un modo que hacía que hasta su brusca desaparición fuese satisfactoria. ¿Por qué coño debería haber temido este señor cuestiones tan mundanas como unos acreedores matones si realmente pertenecía a Spectra? LeChiffre es, de pronto y en retrospectiva, un personaje absurdo. ¿Y qué decir de Silva, el ex agente del MI6 movido por la rabia y el golpe de la traición de una madre (simbólica... o no)? Ni me voy a molestar en tratar de explicar por qué su historia de venganza personal (y sus movidas a lo Joker no encaja dentro de un plan maestro orquestado por una gran organización criminal. A no ser, claro, que nuestro nuevo villano, cuente entre sus perfidias el asustar a sus enemigos adjudicándose victorias que no tienen nada que ver con él. ¡Oh, Christoph, pérfido manipulador! Insisto, las revelaciones retrospectivas de este tipo suenan geniales en el momento inmediato, sobre todo para los fieles seguidores a los que les encanta ver cómo juegan con sus emociones, pero basta un segundo de pensamiento en frío para que todo se derrumbe.
Y si los villanos del pasado se ven afectados, el villano actual no iba salir impune. Nuestro hombre no está construido alrededor de su plan maestro o a sus malas artes. Ni siquiera alrededor de Christoph Waltz. Está construido única y exclusivamente en torno al hecho (sorpresa, dirá el que se sorprende cuando le hacen una fiesta sorpresa de cumpleaños) de que se trata de Blofeld. A un corte de cuello de camisa, a un gato y a una cicatriz. Pero una vez más, vamos a pensar en el espectador que no tiene ni puta idea de quién es Blofeld. A ese pobre desgraciado le queda un villano que no se sabe de dónde viene ni a dónde va, cuyas intenciones u objetivo no quedan nunca claros, que entra y sale de escena de forma caprichosa y que, en definitiva, representa una amenaza porque eso es lo que se nos ha contado. También resulta sintomático que esa supuesta dualidad entre hermanos que plantea el guion sea tan increíblemente superficial e inconsecuente (está ahí porque algo debe mover a Blofeld) cuando Skyfall, sin sembrar parentesco alguno entre Bond y Silva, es capaz de desarrollar un enfrentamiento fraternal tan contundente como el que les une por obra y gracia de la presencia central de una potente figura materna.
El tono de la película también aporta su grano de arena al dislate. El ratio de chistecitos y tonterías por minuto está empezando a aumentar de forma visible, acercándonos lentamente a terrenos ya familiares del pasado Bond. Y aunque esto no es malo en sí, nos recuerda por qué Craig funcionó tan bien como Bond en un principio para sorpresa de todos. El concepto de película Bond se adaptó y reajustó para que un actor como Craig fuera su cara visible, y por el camino se perdieron muchos elementos familiares que en este nuevo entorno quedaban obsoletos. Los chascarrillos, las réplicas de media sonrisa tras matar a alguien, el transeúnte que observa con gesto cómico la última movida de 007 mientras él se aleja impoluto del lugar de la explosión que él mismo ha provocado; nada de eso funciona en el universo Craig, no al menos en la medida en la que aparecen en Spectra. No es que estemos en territorio Moore, ni siquiera territorio Brosnan: sigue siendo una película esencialmente seria. Pero los límites para ciertas licencias son más estrictos en villa Craig, y hay que jugar las cartas con cuidado y maestría. Casino Royale encontraba el equilibrio justo para el cuándo y el cómo en los momentos de sonrisa, por ejemplo. Tampoco las tengo todas conmigo con el carácter cada vez más womanizer del Bond de Craig. Supongo que es otro de los elementos para los que no se preparó a este nuevo Bond (¿falta de previsión?), y la escena de Spectra con Bellucci es sintomática. Donde habríamos aceptado un poco de magia Brosnan hay, en cambio, una rara sensación de que algo no encaja, de que ella se deja hacer porque sabe que esto es una película de James Bond y es lo que toca.
En Spectra Bond viaja de aquí a allá porque es lo que se espera de una película de James Bond. En Spectra M tiene una forzada subtrama que deriva a la acción física porque Ralph Fiennes sale caro y no se le amortiza teniéndole tras una mesa diciendo "Bond, déjese de ligoteos, que hay trabajo que hacer". En Spectra nos tiramos dos horazas y media (es el Bond más largo de todos, creo) para que nos cuenten una historia que en hora cuarenta habría estado más que resuelta. Como guinda, el primer contacto con la cancioncita de Sam Smith me ha sentado como un tiro, pero eso es un primer contacto que nada indica sobre lo que pueda acabar pensando del tema.
Le he cogido cariño rápidamente al nuevo Q, y la implicación de Moneypenny en las tramas es moderna e interesante sin por ello entrar en conflicto con el rol entrañable al que asociamos al personaje. El rol de estos secundarios de toda la vida recién resucitados me recuerda un poco al de los apoyos en las series de investigación tipo Castle, algo ligero y sin pretensiones que funciona en su misión de dar color a las aventuras de 007. Son algunas virtudes puntuales en este ladrillo que es Spectra y que me ha decepcionado como nunca una película de 007, básicamente porque es la primera vez en mi vida que voy a ver una de 007 esperando una película muy buena. Ya he aprendido la lección. Aunque visto lo visto en la era Craig, a la siguiente le toca ser buena.
Pd.: Como última nota, diré que la última escena de la película tenía toda la pinta de ir a terminar como el final de Al Servicio Secreto de Su Majestad, pero al final nada. Habría molado bastante y hasta habría tenido cierto sentido, dado el regreso de Spectra y el rollo ominoso de "nos volveremos a ver... ¡en la secuela!". Claaaaaaro que eso habría supuesto reconocer la existencia del Bond de Lazenby.
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Registrado: Dom Oct 15, 2006 8:56 pm Mensajes: 1598
Ubicación: En pleno desierto del Nefud, a medio camino entre Medina y Aqaba
Gran resumen, sin duda, y con el que comparto bastantes puntos, aunque a mí me convenció bastante la trama (a pesar de ciertas caídas en el ritmo de la película). La apuesta tan de actualidad como el control de información total sobre la sociedad como núcleo de poder, algo que ya era la piedra angular de la saga Bourne, y la informatización y automatización de las misiones de inteligencia, quedando obsoletos los agentes de campo; se mezcla razonablemente bien con el villano de turno (con doble cara en realidad) y sus planes maléficos. Pero como digo, sí que comparto prácticamente todo lo que comentas sobre los detalles que pueden pasar por alto (lo de pasar absolutamente de Quantum of Solace es casi excesivo. Claramente es la peor de la era Craig, pero tampoco un bodrio horroroso del que haya que huir como de la peste...
es casi irreal que en la galería que Waltz le va mostrando a Craig de aquellos que han marcado su pasado, como Vesper, Le Chiffre o Silva no aparezca Dominic Greene. ¿Razones para dejarlo fuera de Spectra?. Misterio
).
Por lo demás, una película trufada, efectivamente, de guiños a momentos míticos de toda la saga (
esa clínica en lo alto de una cumbre nevada en los Alpes remedo de la guarida de Blofeld en la aventura de George Lazenby, el segmento del tren atravesando el Sahara, la glamourosa cena y posterior pelea contra el esbirro que nos traen enseguida a la cabeza a Connery en Desde Rusia con amor; esa base oculta de Blofeld en el cráter del meteorito que es una traslación directa de la guarida en el cráter del volcán japonés del primer Blofeld con cara y cicatriz que encarnó Donald Pleasence en Sólo se vive dos veces
... etc, etc). Para no repetir lo que comentas, la duración es un poco excesiva, la canción de Sam Smith es muy inadecuada y flojita para unos créditos Bond... y ese final se me antojó escaso:
retratas al Blofeld de Christoph Waltz como un villano omnipotente que dispone de medios y autonomía prodigiosos y de un poder inconmensurable... ¿y bastan unos tiros realizados al azar y a bastante distancia sobre su helicóptero para que milagrosamente uno estropee el motor y así Blofeld sea capturado cuando lo mejor era que hubiera escapado hacia un destino desconocido y un futuro amenazador para Bond y el MI6?. Demasiado cerrado para mi gusto... aunque es posible que lo hayan hecho así sencillamente porque quizá este sea el último Bond de Daniel Craig y haya que ofrecerle un fin de ciclo cerrado y finiquitado, sin cabos sueltos.
Supongo que era lo que tocaba, ya que en esta etapa de Craig la calidad se ha ido perfectamente alternando: a película excelente con canción magistral le ha seguido una de menor bagaje y canción flojucha. Eso sí, aunque Spectre se haya quedado unos peldaños por debajo de Skyfall (y de Casino Royale tal vez), al próximo Bond y al próximo director al que le toque la tarea de reiniciarlo todo tienen un listón muy jodido de igualar, con lo que se ha logrado en estas cuatro películas.
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Registrado: Lun Abr 30, 2007 9:04 am Mensajes: 7291
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'Quantum of Solace' la vi el ¿miércoles?, ¿jueves? y antes me gustaba mucho. Ahora veo que es una película con un montaje mediocre. Por lo menos 'Spectra' entretiene en sus 150 minutos.
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Feisal escribió:
La apuesta tan de actualidad como el control de información total sobre la sociedad como núcleo de poder, algo que ya era la piedra angular de la saga Bourne, y la informatización y automatización de las misiones de inteligencia, quedando obsoletos los agentes de campo; se mezcla razonablemente bien con el villano de turno (con doble cara en realidad) y sus planes maléficos. Pero como digo, sí que comparto prácticamente todo lo que comentas sobre los detalles que pueden pasar por alto (lo de pasar absolutamente de Quantum of Solace es casi excesivo. Claramente es la peor de la era Craig, pero tampoco un bodrio horroroso del que haya que huir como de la peste...
En realidad tienes razón. Creo que me he llevado tanto tiempo explicando en mi tocho por qué no me gustó que he pasado por alto las cosas buenas. No son muchas, pero ésta es una de ellas. Es más, diría que es el momento perfecto para recuperar a Spectra dándole cierto empaque de comentario social sobre la centralización gubernamental. Algo así no es necesario, pero si se hace con inteligencia no hay queja.
Quantum sí aparece en un par de flashes. Cuando Q analiza el anillo en su portátil se ve muy rápidamente el nombre de Greene, por ejemplo. Pero vamos, es casi de coña cómo pasan de ella en los momentos en los que más hincapié se hace en este asunto (las caras del pasado de Bond repartidas por el antiguo edificio del MI6).
Lo de Blofeld parece la solución de unos guionistas que no sabían muy bien hacia dónde tirar y se quedaron en medio. La presencia de Craig en la siguiente está en el aire (espero que no vuelva, y esto no tiene nada que ver con Spectra ni con su trabajo, que sigue siendo muy bueno), así que el riesgo de soltar a Blofeld sin posibilidad de continuidad es alto, lo mismo que matarle y dejar huérfano de archienemigo a Bond en caso de que Craig firme. Presiones de arriba, vaya. Aunque tampoco veo tan terrible mantener a Blofeld más allá del reinado Craig, la verdad. ¿No tenemos esta movida extraña con Judi Dench y sus dos M?
La tonadilla de la canción de Smith me recuerda mucho a Mr. Kiss Kiss Bang Bang (que al final nunca fue canción Bond, pero casi) y realmente no me disgusta. Creo que es la vocecilla del tío lo que me toca las narices, pero en fin, quizá dentro de unos años acabe gustándome. Lo que han podido cambiar mis preferencias en tema de canciones Bond desde que mis padres me regalaron aquel disco hace quince años.
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Registrado: Dom Jul 29, 2007 4:12 pm Mensajes: 3950
Ubicación: In the Valhalla
Lo he dicho ya a todo aquel que me ha querido escuchar (y a los que no, también): Sicario es, de momento, la mejor película del año. Aunque no comulgué del todo con Prisioneros, a Villeneuve hay que reconocerle algo. Es capaz de coger una premisa mil veces vista en el cine y transformarla en algo formalmente exquisito, y no sólo eso, también consigue una profundidad poco común en estos tenebrosos tiempos. Sicario es engañosamente pausada pero, a medida que pasan los minutos, te das cuenta de que tienes el estómago encogido. Cuando ya el montaje de Prisioneros era prodigioso, aquí se ve evolución, madurez y un puntazo de atrevimiento. La secuencia inicial, la presentación de Juárez, la set piece del túnel... Momentos de puro cine. La banda sonora ayuda muchísimo al desasosiego general, ninguno de los sospechosos habituales podría haber hecho algo parecido. A veces está bien dejar en casa a los compositores sinfónicos. Otro punto meritorio lo encontramos si miramos a los personajes. Con cuatro trazos se consigue a unos protagonistas muy completos. Vistos mil veces, es verdad, pero el tratamiento es inmejorable. El poner a Emily Blunt como nuestros ojos y oídos es muy inteligente. Del Toro, como siempre, arrasa, y doy gracias a Odín por el resurgimiento de Brolin. Eso sí, recomendable la VO. No porque el doblaje esté mal, al contrario, pero ya se sabe lo que ocurre cuando hay algo que está mínimamente ambientado en lugares de habla hispana, que canta que da gusto. Aún así, un gustazo oír a Vallés, y un agradecimiento al director por no poner a doblar a la gente con acento mexicano. Ha quedado claro que la peli es la leche, ¿no? Pues hala, de momento un 9 hasta que se asiente en mi cabeza. Entonces fijo que se lleva el 10.
Aparte de esto, he visto algunas otras cosillas. Así rápido y veloz:
El amor está en el aire: Una comedieta romántica francesa con más bien poca gracia, que intenta salirse de lo común con un montaje peculiar. Al final es más de lo mismo, y se hace poco interesante. Un 4.
El mundo es nuestro. Lo que parecía un espantaL en toda regla al final resultó más inteligente de lo que parecía. Pero tres o cuatro buenos chistes no me valen para sostener una película basada en tópico tras tópico sobre la crisis. No me merece más de un 6.
Cómo sobrevivir a una despedida. La versión femenina y casposa de Resacón en Las Vegas. Tanto es así que tienen la cara dura de mencionarla en cierto momento. Un 3, al fin y al cabo es corta.
La fiesta de despedida. Una israelí tan buena como terrorífica que trata la eutanasia sin ningún tapujo. Los actores son increíbles, encogen el corazón a cada minuto. Un 8, aunque tengo que decir que no se la recomendaría a nadie.
El niño 44. El libro ya no era ninguna maravilla, pero esto es un aburrimiento de tomo y lomo. Como retrato de la sociedad soviética puede valer, el resto no lo salva ni Tom Hardy. Un 4.
San Andrés. Una mierda ridícula de las que da gusto ver. Siempre me mola ver a The Rock salvando el día mientras hace chascarrillos imbéciles. Además sale la Daddario, aunque vestida, lo siento por vosotros. Otro 4.
Gordos. Una peli coral impresionante sobre la vida, en el sentido más amplio de la palabra. Lo de Antonio de la Torre es un escándalo, aunque la que más me impresionó fue la chavala de Los Serrano. Resulta que tiene talentazo. Como pasa con todas las películas de historias cruzadas, me resultan más estimulantes unas que otras (mi favorita es la de Raúl Arévalo), pero el resultado final es emocionante. Le deseo mucha salud y muchos éxitos a Sánchez Arévalo. Un 8.
Arf.
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Ubicación: The Boards(Las Tablas), Madrid
Mi plan de visionados cinematográficos para las próximas semanas: -Para el próximo finde, la nueva de Pixar, "El viaje de Arlo". -Para el siguiente, como es natural, "El puente de los espías", la nueva de cierto judío de Cincinnati que es mi director favorito y a quien, para desesperación de no pocos comentaristas, alabo una y otra vez. -Para el finde 18-20 de diciembre, la fuerza despertará en mi interior... -Para el finde 25-27, espero con gran interés la nueva de Zemeckis, "The Walk" (me niego a darle ese topiquísimo título español "El desafío").
Ya os iré contando.
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Registrado: Dom Jul 29, 2007 4:12 pm Mensajes: 3950
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Nos pusieron el tráiler el otro día en el cine y no creas que me pareció muy allá... La de Zemeckis sí tiene más chicha, sobre todo porque es de las pocas a las que veo un potencial bestial para el 3D. Dentro de los diecisiete minutos de anuncios también cayó uno de Legend y, más allá del interés que me suscita ver el doble papel de Tom Hardy, el trailer en sí me pareció realmente bueno, muy elegante.
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