EStoy de acuerdo con la mayoría. Aunque por lo general me parecen muy interesantes las opiniones de Julián, en este caso no coincido. Re3cuerdo el doblaje de FErnando Guillén a MARTIN LANDAU en \"Delitos y faltas\", que me distanció todo el rato (además, Guillén cuando dobla susurra el doble que los actores habituales). Me pareció que Landau reclamaba a un Sansalvador o un Corsellas.
En cuanto a la comparación con actores que también trabajan de \"cuerpo entero\" como Roger Pera y su padre, o Pep Anton Muñoz o muchos otros actores catalanes, no me parecen el mismo caso. Sobre todo porque ese trabajo no lo podemos ver en el resto de España (yo sólo recuerdo a Roger en el \"Calígula\" y a Joan en una serie muy mala que hizo con Paco Morán hace ya años). Por lo tanto, para mí su labor principal es el doblaje, no asocio sus voces con una personalidad definida de carne y hueso.
Eso sí, al acabar de escribir me acuerdo del caso de un actor madrileñó que en tiempos fue muy popular por la TV, Luis Varela. Hizo también mucho doblaje (creo que aún lo hace) y aunque me parecía excelente en sus dos facetas, nunca pude evitar sentir cierta incomodidad al escucharlo (vamos, que lo VEÍA a él).
La verdad es que uno desearía que las buenas voces se dedicaran sólo al doblaje, pero claro, es un deseo egoísta y hay que comprender que cada actor desee llegar al máximo de reconocimiento en su profesión, y eso, ya lo sabemos, en este país no se logra con el doblaje.
(Eso sí, no he sentido nada el fracaso de la serie sobre los bomberos donde el gran Ramón Langa tenía un papel principal... Nada personal, ¿eh?)
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