Para el 99% de la gente, Guardiola será siempre recordado como LA VOZ DE HUMPHREY BOGART.
Lo cierto es que, como ya sabréis, los doblajes que Guardiola le hizo a Bogart no son santo de mi devoción. En mi opinión, Guardiola hizo trabajos muchísimo mejores y más brillantes con muchos otros actores.
Y es que creo que la voz de Guardiola y por ende sus interpretaciones, se pueden dividir en dos etapas: la primera (entre principios de los 50 y principios de los 70), la segunda (de ahí hasta su desaparición en 1988).
A mí siempre me ha resultado más interesante en la primera etapa. Su voz no sólo era bonita, era grave pero en su punto justo, sabía utilizar la ironía como pocos, en pocas palabras su voz estaba viva, brillante.
No es pues casualidad que me apasionen sus doblajes de Richard Widmark en la década de los 50: Lanza rota, El jardín del diablo, Labios sellados. Magistrales aunque si me tuviera que quedar con uno, sería El jardín del diablo. Para mí, pocas veces estuvo mejor que ahí. Supo dar a Widmark toda esa chulería que necesitaba el personaje. También estuvo brillante en Dos cabalgan juntos. Jamás he entendido porqué tuvo otras voces en Madrid (Acaso en Mi marido se diviertes, Baltanás en Alvarez Kelly, Arenzana) cuando la identificación era tan perfecta.
Todos sus trabajos en los 50 son interesantes. El John Wayne de Río Grande y el primer doblaje de El hombre tranquilo. Sonaba tan diferente que la primera vez que vi Rio Grande, no le reconocí.
Otro doblaje impresionante de esa época es el Burt Lancaster de El farsante (1955), uno de los mejores doblajes de ese actor, al que no dobló más hasta finales de los 70, redoblajes incluidos, ya con la voz muy cambiada.
Ya en los 60 se hizo con al voz de Anthony Quinn, en quien también brilló con luz propia: el redoblaje de La patrulla del Coronel Jackson, Retrato en negro, Barrabás,
Lawrence de Arabia, Un indio altivo y muchas más. A mí Quinn siempre me ha gustado más con voz de Guardiola que de Peña al contrario que John Wayne, que prefiero con voz de Peña, pero aún así me gusta su doblaje de Comancheros (1961).
Todavía a finales de los 60, principios de los 70 hizo sus mejores redoblajes. El Bogart de En un lugar solitario, probablemente su doblaje de Bogart que más me gusta (aunque tb están los de Amarga victoria y Oro, amor y sangre pero el papel de Bogart no ofrece muchos lucimientos).
Y finalmente llegó el Guardiola que casi todo el mundo recuerda, el de La reina de África, Tener y no tener, Casablanca, El motín del Caine. He visto estos redoblajes una y otra vez y no consigo que me gusten. La voz de Guardiola me suena demasiado grave, despegada por completo del actor (si no es por la costumbre de oir a Boggie con su voz). Sus interpretaviones en estas películas me parecen bastantes planas, sin la ironía y la chulería que una vez le caracterizaron. Era como si el propio Guardiola fuese consciente de la diferencia de edad entre el Bogart de la pantalla y él mismo (unos 20 en algunas peliculas). Probalemente por eso, suene su voz más apagada que de costumbre, al igual que en sus redoblajes de Burt Lancaster, como Voces de muerte o Chantaje en Broadway, donde simplemente no pega ya.
Sé que esto que digo yo no lo comparte mucha gente. Ignoro porqué pero no es que le tenga manía ni nada de eso. A mí Guardiola siempre me ha encantado.
De hecho, sí me fascinó su doblaje de César Romero (Peter Stavros) en Falcon Crest, poco antes de morir. Éste sí era un perosnaje que por edad y aspecto le iba como anillo al dedo al Guardiola de esa época. Hasta recuperó su rironía de antaño.
En definitiva, para mí Guardiola, uno de los más impresionantes actores de doblaje de Madrid. Para mí, totalmente desaprovechado en su mejor época y sobreutilizado en su época final.
_________________ montalvo
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