La voz de Simón Ramírez fue probablemente la primera que supe identificar de niño tan pronto la escuchaba: era la voz de Gary Cooper. Y desde el primer momento la consideré la voz ideal para los personajes nobles, para los actores que intepretaban siempre al héroe que nunca duda de cuál es la senda de su deber. Es la voz de todos aquellos redoblajes televisivos de finales de los 60 y principios de los 70. Ramírez dio voz, sobre todo, a tres actores de características estelares parecidas: GARY COOPER (La jungla en armas, Bola de fuego, Las aventuras de Marco Polo, El orgullo de los yanquis, Noche nupcial), GREGORY PECK (El mundo en sus manos, Recuerda, Horizontes de grandeza, Pasión en la selva) y HENRY FONDA (Las uvas de la ira, El joven Lincoln, Jezabel). El timbre sobrio, muy vibrante, sonoro especialmente al pronunciar las eses, se ajustaba magníficamente a estos héroes ajenos a las florituras, siempre expeditivos, viriles sin necesidad de exhibiciones... Si hasta fue la voz de JOHNNY WEISSMULLER en los redoblajes madrileños de las películas de Tarzán, y héroe más sobrio, más sencillo y más viril que Tarzán, pues pocos...
Analizando toda su trayectoria, me doy cuenta de que Ramírez fue posiblemente la voz estrella de Madrid durante los años 60 (Félix Acaso lo había sido la década anterior) y principios de los 70, no en vano la lista de actores a los que puso voz (en las ocasiones en que estos se \"escapaban\" de Barcelona) también es impresionante.
Por ejemplo, fue la voz habitual de aquellos galanes de películas españolas de esa época que, por su acento o por su mala voz, eran doblados habitualmente (MÁXIMO VALVERDE, CARLOS ESTRADA, ALBERTO DE MENDOZA...).
Ramírez debió de empezar en esta profesión a mediados de los 50. Recuperando sus primeros doblajes, es fácil advertir que en esa época se le daban especialmente bien no los tipos sobrios, sino los tipos un tanto CHULESCOS. No en vano, su forma de pronunciar las eses, ya aludida, era entonces más enfática y otorgaba a su voz, cuando la alzaba, un tono retador o jactancioso francamente divertido. Por ejemplo, puede verse en sus doblajes a PAUL NEWMAN (El buscavidas, El largo y cálido verano), JAMES STEWART (Dos cabalgan juntos, donde Jimmy encarnaba, por lo menos al principio, el personaje más cínico de toda su carrera) o, sobre todo, el SEAN CONNERY de los primeros Bond (quienes vean \"Atrápame si puedes\" de Spielberg lo podrán comprobar, en la escena extraída de \"james Bond contra Goldfinger\").
Esto puede dar muestra de que Ramírez, como tantas voces de la Edad de Oro, era un actor versátil y no encasillable en un solo tipo. De ello puede dar fe que, en la misma época en que redoblaba a Cooper, Fonda y Peck... también redobló a actores en sus antípodas como BOB HOPE (Me tenían cubierto), DANNY KAYE (Nace una canción, La vida privada de Walter Mitty) e incluso a PETER SELLERS en el segundo Clouseau. En ellas, Ramírez demostró un talento histriónico insospechado (voces de falsete, trémulas, cobardicas...y siempre geniales).
En su última época, los 80 y principios de los 90, su voz mostró mucho más que la de otros compañeros de generación el paso de la edad. Bastante cascada, con más debilidad que nunca por el histrionismo, sirvió por ello especialmente para personajes caricaturescos (los malos de Pesadilla antes de Navidad y La ciudad de los niños perdidos, doblajes de dibujos animados para la TV...). Yo lo recuerdo con cariño en alguna serie televisiva (Mel Ferrer en Falcon Crest, el simpático estafador que al final resultaba ser el padre de Remiington Steele en esta serie...).
Quede en el recuerdo otro de los grandes genios del doblaje, además radicado en Madrid y por ello menos mitificado que otros al estar asociado a menos actores y películas míticas.
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