EMILIO RUIZ fue una de las mayores pérdidas para el doblaje desde principios de los 50. Su abandono de los estudios MGM en Barcelona dejó un vacío impotante. Lo que sucede es que en una época como aquella, donde los actorazos crecían como las amapolas, pues ese vacío se notaba menos.
Su voz era preciosa, cálida, envolvente y musical. No en vano, uno de sus mejores papeles fue el de aquel pianista enamorado de Katharine Hepburn en La costilla de Adán. Su forma de cantar \"Mi dulce Amanda\" demostró que en aquella época los actores sabían hacer de todo y que una decisión tan arriesgada como traducir unas canciones, podía tranformarse en una acierto más que en un handicap ( como luego corroboraría Valdivieso em Cantando bajo la lluvia ).
Cómo olvidar al John Garfield de La vida es así, en un doblaje del año 48. En esa película, Ruiz, con su simpatía y su toque inocentón se lleva la atención del oyente, por encima de un inadecuado José Casín como voz de Tracy.
O al Robert Walker de Mar de hierba...otro personaje inolvidable, pero radicalemente opuesto, un joven problemático y rebelde.
Era un actor cuya voz hacía que el actor de pantalla creciese enteros. Ejemplo claro de ello es el hermano de Deborah Kerr en Las minas del Rey Salomón, también digno de recordar. Es curioso que recordemos más la voz que el actor en sí pero el doblaje es así. Un buen doblaje puede hacer que los secundarios ganen en familiaridad para el espectador.
Pero fue como primera voz de GENE KELLY donde no ha quedado sepultado en el olvido, a pesar del grandisimo trabajo de su sucesor Víctor Ramírez.
Su papel de D'Artagnan en Los tres mosqueteros es -como el doblaje en sí- INOLVIDABLE. FABULOSO. Cómo capta la inocencia inicial del personaje así como su crecimiento posterior! Su carácter seductor y combativo, finalmente algo más amargo era perfetcamente captado por Emilio Ruiz. Lástima que la palabra redoblaje nos prive de disfrutar hoy día de trabajos como Levando anclas o Un día en Nueva York.
Una vez trasladado a Madrid, tan sólo le recuerdo un secundario importante y es el de Me siento rejuvenecer, donde dobla a Hugh Marlowe. Impecable como siempre.
Y desde entonces, fundido a negro. Silencio. Ya no hablaba nadie con la voz de Emilio Ruiz. Y algo se perdió. Algo de pureza. Y un actor,que de no haber interrumpido su carrera, podría ser hoy tan recordado como los Navarro, Soriano, Peña, etc.
Gracias, Dobaldor, por recordar a este gran actor!
Una pena.
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