Enjolras escribió:
Por no mencionar la diferencia evidente entre la formación y la regulación que implica la medicina frente al trabajo de actor, oficio este para el que su ejercicio no requiere ninguna titulación oficial o inscripción en ningún colegio profesional. Vamos, que si yo el lunes no doblo unos takes es símplemente porque nadie me va a contratar para ello, pero para entrar en quirófano lo tendría un poco más chungo.
Saludos
Ese es el respeto que se tiene a nuestra profesión. Se sobreentiende que en otras no puede entrar cualquiera, y se acepta porque es lógico. Yo también quisiera ser funcionario y no tener que buscarme la vida, y aquí me tenéis, luchándomela día a día.
Pero parece que el doblaje tiene que ser bolsa de trabajo para todo aquel que "le haga ilusión" poner su voz en una película.
Pues no, señores, esta profesión es muy difícil y, al no tener un título ni una oposición aprobada, el entrar y el formar parte de ella es MUY DIFÍCIL. Y no todos lo consiguen. Como en el fútbol.
Siento ser tan duro, pero es así. Para esto no vale cualquiera, es una profesión muy compleja y lo tiene que demostrar día a día. Aquí no sólo vale con sincronizar. De nada vale decir "yo ya he hecho un curso y me tienen que dar trabajo". ¿Nos olvidamos de que hay que saber comunicar, tener carisma, capacidad para transmitir emociones, originalidad, etc. ? Esto no lo tiene todo el mundo, ni siquiera algunos que trabajan en ello, y para esto no hay tabla ni examen que lo valore objetivamente.
Quien lo quiera aceptar así, vale, pero quien no lo acepte y pretenda llegar y besar el santo, le aconsejaría que buscase otra forma de ganarse la vida porque lo puede pasar muy mal. Florista no está mal.
En cuanto al comentario de Claudio yo le daría una vuelta de tuerca más. Aunque han dicho por ahí que no es comparable porque en el caso del quirófano está en juego la vida de los demás, ¿no está en juego en nuestro caso toda una profesión que puede desaparecer por el mal uso que se haga de ella? ¿Ser o no ser? ¿Vivir o consumir lo que se tiene hasta agotarlo? ¿Y las generaciones venideras? A veces nos escandalizamos al hablar de la muerte pero no nos escandalizamos de ver cómo se destruye lo que otros no podrán disfrutar. La vida no es nada si no se vive con dignidad.
Ay, Dios, ¡cuántas reflexiones en voz alta!
Saludos