Vamos a ver. Me he puesto al día con el asunto Marvel, una tarea que cada vez me cuesta más. Qué lejanos quedan los días de la primera fase, cuando me lo pasaba bien y todo viendo estas películas. Y no es que no me lo haya pasado bien viendo Ant Man (spoileeeeeeer), pero ya me pongo a verlas casi por compromiso.
Ya que he mencionado Ant Man, empiezo con ella. Voy a confesar una cosa: me había olvidado por completo de todos los rifirrafes que hubo en la silla de director hasta que al llegar los créditos salió lo de "dirigido por Peyton Reed". "¿Qué coño? ¿El de Abajo el Amor?". Y ya me acordé de golpe de toda la movida. Así que puedo asegurar que no hay prejuicio alguno relacionado con lo-que-pudo-ser cuando digo que estuve todo el tiempo pensando que la película estaba muy entretenida pero le faltaba garra. A posteriori me di cuenta de que era el síntoma exacto que cabía esperar de una película protagonizada por un tío que encoge y comanda hormigas en sus misiones de robos... que estuvo a punto de ser dirigida por Edgar Wright. Siendo sinceros, apenas vi medio chispazo de lo que haya podido sobrevivir del tiempo en el que Wright estuvo al cargo de la peli. No voy a ser tan pedante como para señalar todo momento en el que la comedia funciona (muchos) como un vestigio de la mano de Wright. Aparte de eso, no tengo nada original que decir. Ya se ha dicho en todos lados lo de que la pequeña escala del prota se contagia a la película y que eso le sienta muy bien; además, es cierto. Me pareció curioso cómo un enfrentamiento final que sobre el papel es igual a cualquiera de los bombásticos desenlaces de las últimas producciones Marvel cambia tantísimo con sólo recontextualizarlo en
una loca pelea a miniescala sobre un trenecito de juguete. La última hora de los Vengadores 2 me la pasé mirándome los cordones de los zapatos; el final de Ant Man fue pura diversión. Por cierto, entiendo que es cuestión de tiempo que a algún lumbreras se le ocurra juntar a Paul Rudd y a Chris Pratt en una comedia de polis.
El reverso tenebroso es... Los 4 Fantásticos. Oh, no, perdón, 4 Fantásticos, lo cual ha resultado ser un título más apropiado, ya que efectivamente, éstos son 4 fantásticos cualquiera. Anonadado me hallo ante la nadería total que ha sido este feto deforme que reúne todísimos los males de las "películas de origen" elevados al once y los elementos más paródicos de las adaptaciones Oscuras y Atormentadas. Si alguien me cuenta que la coletilla de la Cosa "¡es la hora de las tortas!" tiene ahora un origen relacionado con su infancia traumática y su hermano maltratador y me dice que se trata de un chiste en una parodia de Padre de Familia o lo que sea, no sólo me lo creo, es que me río con ganas porque me habría parecido brillante. Pero no es un chiste. Es la verdad. Es el primer momento de poner los ojos en blanco hasta darles la vuelta en una película que dura hora cuarenta (¡bien!), tarda cuarenta y cinco minutos en convertir en fantásticos a los protas (¡mal!), luego los tiene dando vueltas por una base científica media hora larga más (¡muy mal!) quejándose de forma muy poco fantástica y discutiendo con militares (¡fatal!) y en los últimos quince minutos sacan al Doctor Muerte y lo despachan de mala manera (¡horrorosamente mal!), probablemente con vistas a la secuela. Es el peor ejemplo posible de película-antesala, accesoria, completamente inútil por sí misma, hecha por gente que no ha dedicado ni un segundo a quitar la vista de "lo que vendrá luego" para fijarse en lo que tienen en manos en este puñetero momento. ¿Habría hecho Josh Trank algo más potable con este material si le hubieran dejado un poco más a subola? Ni lo sé ni me importa. De todos modos es obvio que las líneas maestras de la película no habrían sido distintas, y en ellas está la verdadera chapuza.
Puede que las últimas versiones de los 4F tuvieran el empaque de una película de sobremesa o que pareciera más bien una fiel adaptación de unos dibujos de sábado por la mañana de los 4F en lugar de ir directamente a los cómics, pero coño, al menos no van a cagarla desde la luz verde. Son películas con buenas intenciones (¡hacer pelis de supers!) que salieron muy mal. La nueva, en cambio, rechaza a posta y desde su concepción todo lo que hace interesante o divertida a una peli de supers. ¡No son poderes, son condiciones físicas extrañas!, dice Kate Mara (¿alguien dijo que la Chica Invisible tenía que ser guapa?), poniendo a prueba la buena disposición del espectador.
No me voy a molestar en hablar del puto reparto. En su lugar, propongo el reparto que se me ocurrió para una hipotética adaptación de los cómics hecha durante el pico de popularidad de los 4F, es decir, mediados de los sesenta.
Mr. Fantástico - Rod Taylor
La Mujer Invisible - Ann Margret
La Antorcha Humana - Roddy McDowall
La Cosa - Jackie Gleason
Dr. Muerte - Terrence Stamp
Pd.:
VS.
JA, JA, JA.