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Pelis del fin de semana. Gracias, Alsa.
Thor. El único Marvel sin número detrás que me quedaba por ver ha resultado ser floja, pero no tan terrible como me esperaba. Simplemente consigue no ahondar en nada, cumple como entretenimiento y poco más. El diseño de Asgard es directamente lo peor, cutre a más no poder. El argumento tampoco daba para mucho, y los personajes son planitos planitos, no se molestan en profundizar en ellos, aunque fuera con vistas a Los Vengadores. Aunque es curioso, Loki me pareció mejor aquí que en la susodicha. En fin, que no da para mucho comentario. Un 5, la peor hasta ahora.
Eva. Quién lo iba a decir, ciencia ficción española. Aún digo más, ciencia ficción española COMPETENTE. Es una película con mucho encanto, de las que no se ven a menudo en el cine patrio, con unos buenos efectos, una banda sonora muy Danny Elfman y una estética limpísima y elegante. Ayuda mucho el escenario continuamente nevado, en ciertos momentos me pareció atisbar ciertos dejes burtonianos de los buenos. La cosa mejora con actores competentes al frente. Las intenciones, desde luego, son muy loables. Lo que pasa es que da la sensación de quedarse a medio gas, también de centrarse demasiado en la trama romántica en detrimento de la verdadera ciencia ficción. Pero, con sus defectos y sus virtudes, merece una ojeada, es bonita, entretenida y sólo dura hora y media. Un 7.
Nausicaa del Valle del Viento. Un peliculón muy en la línea Miyazaki, con su omnipresente mensaje ecológico. Ésta, además, explota bien el rollito steampunk (ah, me encanta), y tiene muchos aviones y muchos bichos, tíos. Es fácil empatizar con la protagonista. Me gusta muchísimo este Miyazaki, bastante más que el de Chihiro. La desbordante imaginación que tiene el señor que se retira después de cada película que hace se ve en todo su esplendor, para qué queremos guiones llenos de giros de mierda teniendo esto. En fin, aún me queda mucho por ver de los Ghibli, pero de momento ésta es mi favorita, un pelín por encima de La princesa Mononoke.
Enredados. BIEN. Más que nada porque, aunque todo el mundo me habló bien de ella, no me podía quitar de la cabeza el apestoso tráiler que vi en su día, repleto de humor con toda la pinta de estar sacado de las peores pelis de Dreamworks. Así que me sorprendió agradablemente encontrarme con una película de las de antes, sin pretensiones, con una chica de armas tomar que no por ello deja de ser inocente, un chico con todas las papeletas para ser odioso pero que se hace simpático y… Camaleón y caballo. Yeeeeah. Madre Gothel, graciosísima. Desde luego, me entró bastante mejor que Tiana y el sapo, aunque las canciones no molan un carajo y parece que están por cumplir. Salvo la del bar, esa mola. Le pongo un 7 y sólo un 7 porque es una buena peli, pero le falta tomar mucho colacao para llegar a los clásicos de verdad. Pero que conste que la disfruté y mucho.
El inocente. Una de juicios de Matthew McLoquesea, bastante entretenida. No inventa nada nuevo, pero mola. Hasta Ryan Phillipe cumple sin dar asco como de habitual. Pululan por ahí también una Marisa Tomei guapísima, un William H. Macy aumentando los estilismos bizarros a los que sometió a su pelo a lo largo de su carrera y un Bryan Cranston… Intrascendente, la verdad. Lo menciono sólo porque es guay. El argumento es predecible hasta la última coma, pero aún así cualquier cosa cercana a dos horas que mantenga mi interés sin dormirme merece todos mis respetos. Un 7.
Ah, puse Los ojos de Julia y me dormí. Dos veces. Me estaba pareciendo una puta mierda inmunda, pero intentaré verla entera antes de suspenderla sin piedad.
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A veces la ciencia es más arte que ciencia, Morty. Mucha gente no lo entiende.
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