He de decir que he visto una de las películas más turbadoras de mi vida. Estoy hablando de
HAPPINESS.
Es muy JODIDA. Sí, porque si tuviera que describirla con un solo adjetivo sería JODIDA. Yo puedo ver las películas con más gore y kilos de casquería del mundo sin inmutarme, pero me haces enfrentarme a un film como este y la sensación final que me queda es la de haber recibido durante algo más de dos horas un sinfín de bofetadas sin manos. A cualquiera de estos monstruos te los puedes encontrar en el rellano del portal. Es más, en mayor o menor grado, todos albergamos en nuestro interior a un monstruo. ¿Acaso no resulta aterrador?
Es una historia coral de perversiones y desesperanza, en la que todos los personajes (a su manera) intentan encontrar la felicidad. Una AMERICAN BEAUTY sin bolsas de plástico ni espacio para el lirismo. La violación, la pederastia, el suicidio, el crimen, la depravación sexual o la homofobia, son algunos de los insanos componentes que habitan tras las idílicas fachadas. A la película la envuelve un humor tan negro como grotesco, que consigue darle al relato cierto tono paródico y exagerado. A muchos podrían descolocarles, pero este contradictorio efecto termina brindándole a la historia un aire irónico y especial. A mí al menos me convenció. Es diferente.
La dirección está llevada con mano izquierda, no añade florituras visuales, grandes planos, etc. Te muestra lo que hay. El modo de contarla en el cual las historias se van entrelazando le da un dinamismo especial a un relato que a más de uno se le puede atravesar.
Fenomenal trabajo de los actores. Del reparto femenino, me gustaría destacar a esa eterna infeliz que es Jane Adams. Dylan Baker dota a su tan terrible personaje de una sobriedad y contención encomiables. Philip Seymour Hoffman lo borda, porque es Philip Seymour Hoffman. En ésta ocasión, como pajillero desesperado. Curiosas las apariciones de gente como Jon Lovitz, Molly Shannon o Camryn Manheim.
Cruel, inquietante y sórdida. Eso es HAPPINESS, la vida misma. Voy a puntuarla con un
7,5, pero prometo seguir subiendo la nota un poco más. De momento así queda, por el regustazo amargo que me ha dejado. Ni 50.000 revisiones de "Mary Poppins" logrará borrármelo. No apta para todos los paladares, dicho queda. Aunque es imposible que pueda dejar a alguien indiferente.
Una última cosa. Me encanta el cartel de Daniel Clowes:
