Silenciosegraba escribió:
Estaba hoy haciendo lo que más me gusta cuando veo una serie y es verla doblada y con subtítulos en inglés, adoro ver cómo ajustan. En uno de los últimos capítulo del Cuento de la criada Tía Lydia va en silla de ruedas, las adelanta hablándolas de Dios y blabla porque van a un bautizo y una de las criadas (no recuerdo el nombre) dice en inglés " Hell in wheels" Infierno en ruedas refiriéndose a tía lydia. lo han doblado como "es la hostia". Yo conozco y entiendo los cambios de frase por labiales, porque no cabe por sílabas, porque no tenga ni sentido aquí etc... en definitiva conozco lo que es ajustar, pero yo lo he intentado y se lo he metido en boca y quedaba sincronizado y no quedaba raro. Mi pregunta es por qué hacen esos cambios, no es nada que haya que enlazar luego, no es realmente un comentario vital tampoco no es algo que con "es la hostia" lo hayan podido incluso mejorar como hacen a veces pero es algo que se pierde y podría no haberse perdido. No es vital pero hay una gran diferencia entre decir de alguien que es la hostia que a mi parecer es una crítica muy leve a decir que es el infierno en ruedas o diablo en ruedas o algo así que se podía haber dicho.
¿Por qué esos cambios tan bruscos cuando no son necesarios por ninguna fuerza mayor?
¡Hola!
Por alusiones (soy el traductor de la serie)...
Traduje el «hell on wheels» como «es la hostia» por varios motivos... El primero es que «el infierno sobre ruedas» no es una expresión que se use en nuestro idioma, mientras que en EE. UU. sí es una frase hecha. Había que adaptar sí o sí. Me planteé «ahí va el diablo sobre ruedas», pero a todas luces era larguísimo.
Así pues, como al final el sentido de la frase es que, pese a estar semiconvaleciente, la tía Lydia sigue dando guerra, opté por traducirlo por un «es la hostia...», en plan «es acojonante que siga haciéndonos la vida imposible incluso en este estado». Así se mantiene la blasfemia del «hell» con ese «hostia», es más sucinto (lo que mantiene la sequedad del original), empieza con un sonido «e» y acaba en un sonido «i», como el original (lo que facilita la sincronía), y además suena más idiomático.
No considero que sea un «cambio brusco» como comentas, dado que el sentido acaba siendo el mismo. Como dice Quico Rovira-Beleta, los traductores trasvasamos sentimientos e ideas, no palabras.