Me sumo al entusiasmo colectivo de Gravity. Primero voy a recurrir a los puntos manidos, pero que por otra parte arman la grandeza de la película, y es que hacía mucho que no me quedaba 90 minutos inmóvil y con la respiración entrecortada ante un despliegue de tensión TOTAL. La idea de que en el espacio cualquier error es una muerte segura e instantánea queda clara desde el minuto uno, pero Cuarón echa el resto y se marca un despliegue audiovisual de auténtico infarto. Arrancando con ese extensísimo (por trucado que esté) plano secuencia, ya consigue que sin darnos cuenta ESTEMOS EN EL ESPACIO, somos uno más, el tercer personaje. La inmensidad nos envuelve tanto como a Ryan y a Matt, y poco a poco sentimos que nos falta el aire igual que a ellos con un ejercicio de inmersión soberbio.
Y no queda ahí. El recurso de "en el espacio no se transmite el sonido", que ya vimos en 2001 de forma casi impostada por el "es que tiene que ser así", aquí alcanza el nivel de NO-RECURSO. Señores, estamos ante una película casi muda en efectos de sonido, y eso mismo no sólo no diluye la tensión sino que la aumenta de forma acojonante. Ver el transbordador espacial o la ISS hacerse pedazos sin escuchar más que lejanos y apagados golpes, y aun así notar que apretamos los puños en la butaca es algo que nunca creí que vería. Se lo comentaba a la señorita Norton que esta forma tan efectiva de trasladar la realidad del silencio espacial a un medio audiovisual tan sólo lo había visto en los juegos Dead Space, también de forma brillante.
Iba yo además con una idea en la cabeza. Si este señor nos regaló con Hijos de los Hombres dos de los planos secuencia más cojonudos del cine reciente, ¿haría alguna virguería similar aquí? Oh, sí. La cámara es un auténtico juguete para él, HACE LO QUE QUIERE CON ELLA, vuela de aquí para allá en secuencia, se mete en las escafandras, pasa a planos subjetivos, en primera persona, lo que sea. Consigue tanto situarnos cuando quiere, como marearnos cuando es preciso.
Algunos medios critican el argumento como superficial y poco trabajado. No lo veo así, el argumento es el que tiene que ser y funciona, y además juega con elementos sencillos que le dan un extra de profundidad. La película no es tan solo de una persona que lucha por sobrevivir, también tiene que luchar por QUERER sobrevivir. Su tragedia familiar la metió de lleno en la apatía, pero su experiencia en el espacio y, muy acertadamente dicho por aquí, su relación con Matt la hacen salir de golpe de ella. Él no sólo la salva del espacio en los primeros compases, la ayuda a salvarse de sí misma, pues si ella misma no tiene voluntad de vivir, está muerta antes de agotarse el aire. El "villano" de la función también es fantástico, como elemento de destrucción total, intermitente pero constante, cuyos efectos son impredecibles pero devastadores.
No le veo ningún punto discutible, ningún punto malo o a mejorar. Hasta la sencilla banda sonora es un elemento más de tensión en los momentos adecuados. Con todas las virtudes de Apollo XIII (el referente más directo, con cameo incluido) y ninguna de sus flaquezas. Te destroza los nervios y te hace sentirte dentro de la película. Un soberano 10. Y me muero de ganas de verla en 3D.
_________________ "Tú no sabes lo que es una clase, Marge, soy yo el que se juega el cuello todos los días. Y no estoy desvariando. Eres tú la que desvaría. Desvaría este sistema monstruoso. Y... ¿sabes? Te diré la verdad. ¡Tú no sabes afrontar la verdad! Cuando alargues tu mano, y te la encuentres toda manchada de mocos, que antes eran la cara de tu amigo, sabrás lo que tienes que hacer. ¡Olvídalo Marge, es Chinatown!"
|