Basurilla escribió:
PD: Yo intervengo en defensa de Arwen, entre elegir ver a Liv Tyler o a otro elfo afeminado que sale un par de capítulos yo creo que no hay color, y vamos, que en cada película sale en cuatro escenas contadas y su parte en Las Dos Torres me parece realmente buena (la de su destino como inmortal), aunque tenían pensado mandarla al Abismo de Helm y eso igual ya era pasarse.
Por muy mal que caiga, sale demasiado poco como para odiar su personaje o su trama, es como las comparaciones que empieza a haber entre Azog y Jar-Jar Binks: lo mismico es un villano insignificante con poco carisma y que dice cuatro frases que un Gungan odioso que es prácticamente el protagonista de su película.
Sólo porque es guapa, porque en lo demás, para los efectos iba a dar lo mismo una que otro. No me quejo de la ausencia de Glorfindel, me quejo de la maniobra cutre a más no poder que es poner a Arwen para que parezca que hace algo cuando en realidad es uno de los personajes más irrelevantes de la saga (si no el que más). De lo del afeminamiento no hablo, porque ni es un tema para hablar aquí, que se habla de pelis, ni estoy de humor. Y sí, creo que mandarla al Abismo de Helm sí que habría sido pasarse. Que bueno, es posible que no hubiera molestado nada, pero la idea sí que parece demasiado.
Respecto a lo de odiar al personaje, ya dije que no es el personaje sino el papel lo que odio (se trate de Arwen en las películas o de Tauriel, lo puedo aplicar a las dos). Las tramas, es que yo tiendo a odiar todo lo que se desvíe de una historia que me gusta para empeorarla. Soy una radical.
Y oye, el villano insignificante tendrá poco carisma y dirá cuatro frases, pero el tío llena las pelis de persecuciones. Que diga cuatro frases no implica que tenga poco protagonismo. Aunque Jar Jar molesta infinitamente más. Sólo el de la tienda de cómics de Los Simpson lo aprecia.
En fin. Ayer me arrastraron a ver
Ismael, aprovechando que estaban las entradas a 3,90. Está bien, no es un melodrama como me esperaba, hasta tiene momentos cómicos, aunque hay partes un tanto forzadas (todo el reencuentro entre los padres del niño, desde que se ven hasta el final, es lo menos creíble de toda la peli). Lo que es una pena es el papel de Mario Casas. En manos de un buen actor, hasta habría parecido un buen personaje, pero es difícil de tragar cuando todo lo dice con la misma cara de pote. Aunque la verdad, a mí ni el mejor actor de la historia me vende esa idea de que en ocho años no eres capaz de olvidarte de una persona con la que estuviste tres meses. Lo mejor, el niño. Sin duda. Un 6.