Anoche, oh amigos, vi El Padrino 2. Tenía muchísimas ganas, estaba esperando a la visita de la Roseñora para verla y de hecho no la veo desde 2003, cuando me regalaron el pack en DVD.
Cómo la disfruté. Es radicalmente distinta a la primera, distinta en todo, desde la connotación del título. En la primera parte el titulo, "El Padrino", se refiere a un título, a una serie de deberes y responsabilidades y una cierta mítica a cuya altura no está todo el mundo. Vito lo está, Sonny demuestra no estarlo, y Michael... no estamos seguros. Hasta la segunda parte. En la segunda, "El Padrino" se refiere indefectiblemente a Michael, alguien completamente opuesto a su padre, tanto al cargo de la familia como en calidad de hombre. No por casualidad la película muestra de forma paralela los primeros pasos de Vito en EEUU y el progresivo desmoronamiento del imperio de Michael (lo que prueba que lo del Padrino Cronológico es una auténtica gilipollez, como siempre en estos casos). Michael se gana el ser el hombre al que se refiere el título de la película, puesto que El Padrino II le confirma como un personaje imposiblemente complejo. Don Vito era un mito, Michael es un hombre. Un hombre que asesina antes de ser asesinado, que no soporta saber que no hay más terrenos por conquistar (¿esto era de Alejandro Magno o de la Jungla de Cristal?), una bestia en perpetuo estado de alerta... y que se hunde en el infierno poco a poco justo por sus maniobras para salvar a su familia.
La película es ciertamente difícil de seguir. La naturaleza de Michael, más cauta y ambigua que la de su padre o incluso que la del padrino primerizo que fue Michael en la primera película, hace que la trama no sea tan clara como la anterior. El Padrino 1 es una película increíblemente sencilla, y es irónico que esta segunda, que despliega un mapa de personajes mucho más constreñido, sea más exigente en ese aspecto. El carácter trágico de la película es mucho más profundo en ésta, pero también menos visible, quizá porque el cariz romántico con el que Coppola se acercaba a la familia Corleone la primera vez se sustituye aquí por el retrato coherentemente seco de una organización que un día se llamo familia (por mucho que Michael insista en el matiz contrario ante el comité). Ahí están de nuevo las secuencias del joven Vito para enfatizar el abismo que separa los mundos de ambos Don Corleone. Por cierto, De Niro está espectacular. Le recordaba más como una aparición curiosa (ya ves, DeNiro pre Malas Calles haciendo del joven Vito Corleone), pero no me acordaba de que estuviera tan, tan bien. A este respecto, hay una cosa curiosa que noté en la fotografía de Gordon Willis. Hay dos aspectos que definen su fotografía para El Padrino 1: las tonalidades cobrizas y sepia y los fortísimos contrastes entre claros y oscuros, con predominancia de los últimos. En El Padrino 2 estos dos aspectos se separan para definir cada una de las líneas temporales. Las tonalidades sepias definen al Nueva York de Vito; las sombras marcadísimas persiguen a Michael incluso en su apartamento de las Vegas, mientras fuera deslumbra el sol.
Y luego está Fredo. Mi personaje favorito de la saga del Padrino. Quizá la relación más importante en esta película es la de Michael y Fredo, ya que se sostiene como la prueba definitiva de quién y cómo es realmente Michael Corleone. Fredo es una figura triste y trágica, un muñeco sin carácter movido por un perpetuo sentido de humillación y ninguneo, capaz de cometer los peores errores pero rogar por el perdón de la forma más sincera y desesperada posible. Dice que no es tan estúpido como todos le creen, pero en el fondo teme que los demás tengan razón. Sus pasos en falso le hacen buscar la redención y el perdón de otro hombre que necesita la redención de forma más urgente, pero ninguno de los dos es capaz de ver eso. Fredo termina convencido de haber sido perdonado, pero no sabe que el perdón de un hombre como Michael no vale nada, en todos los sentidos posibles. No es garantía de vida; tampoco es un perdón lícito.
Dame a elegir y me quedo con El Padrino 1, obra maestra del guion sencillo, perfectamente engrasado y plagado de personajes que cumplen su función exacta, no sobrando nada ni nadie. Pero no se me ocurre mejor secuela que este Padrino 2 más desencantado, ominoso y sin concesiones.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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