Mi querida Nuria:
La perra gorda es tuya. Pero, a cambio, tienes que confesar qué película te convenció de esa simbiosis MEDIAVILLA/WINSLET. A fin de cuentas, que una asignación se consolide depende mucho, si no todo, de una sola película.
Me explico: yo no habría concebido a otro Keanu Reeves sin Barberán en NOVIEMBRE DULCE; no habría imaginado a otro George Clooney sin Porcar en O'BROTHER; no habría disfrutado de Frances McDormand sin Victoria Angulo en EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO ALLÍ... Para mí, Bernal es Benicio del Toro desde TRAFFIC y siempre seguirá siéndolo, por muchos habituales que logre en el futuro. David Robles se convirtió en Ethan Hawke en GRANDES ESPERANZAS, y seguirá siendo él. Rafa Romero es Wes Bently porque se adhirió a él en AMERICAN BEAUTY, como Carolina Montijano se adhirió a la mejor Annette Bening que he visto jamás y José María del Río a un Kevin Spacey descomunal. Y Mathew Perry no puedo enlazarlo a José Posada, Nuria, porque Posada me dejó con la boca abierta doblando a Joseph Fiennes en SHAKESPEARE ENAMORADO, y ahí se me ha quedado, en la retina y en la memoria.
Por cada una de mis simbiosis hay una película determinante. Supongo que también os ocurre a vosotros. Es posible que algunos actores doblen mejor a otros originales, como decía rastrero, pero una cosa es eso y otra la concepción personal de la simbiosis, que siempre acaba madurando en una película genial.
Saludazos
P.D.: ¡Así que ya me vais diciendo qué películas determinaron vuestras simbiosis!
